martes, 14 de mayo de 2013

DEBAJO DEL MAR


La inmensidad del océano da para muchas historias que han sido tratadas en la gran pantalla, tanto de animales reales como de animación, empezando por Ariel, La sirenita con sus amigos Flounder y Sebastian, continuando por Nemo, el pez payaso, y acabando por las grandes películas de Tiburón.
Hoy no os vamos a contar ninguna de estas historias, sino otras que han quedado más olvidadas, como por ejemplo la película de Flipper y de Keiko.
La historia del delfín Flipper ha dado para mucho y a lo largo de los años tanto, que se han producido varias películas y series:
Películas como Mi amigo Flipper, Flipper y los piratas, Flipper. Y series como Las nuevas aventuras de Flipper 


Se podría decir que la película más famosa es la que se hizo en el año 1996, que cuenta la historia de Sandy (Elijah Wood), un niño al que su madre obliga a pasar el verano con su tío Porter (Paul Hogan) en Coral Key (Florida). Sandy está asqueado, en la isla no tiene amigos ni diversión por lo que decide escapar y volver a Chicago. Esa misma noche, en el puerto, conoce  a Flipper, un delfín que ha perdido su manada por culpa de un pescador furioso. Desde ese primer instante, surge entre los dos una gran conexión y empieza a nacer una fuerte amistad.
Pero no todo acaba aquí, Sandy y Flipper tendrán que vérselas con un huracán, unos pescadores furiosos, aguas contaminadas, un pez martillo…

Para interpretar a Flipper hicieron falta varios animatronics y tres delfines reales. Según Walt Conti, el diseñador de los animatronics, trabajar con delfines reales no es tan fácil como se podría pensar, por eso utilizaron algunos robots en las escenas en las que Flipper tenía que interactuar con humanos o en las que tenía que nadar a lo largo del océano. Universal Studios contactó con la Dolphin Encounters para proveerse de tres delfines (con los que filmaron durante cinco meses).


Liberad a Willy es una película en la que una orca es la protagonista, junto con un niño que le intenta salvar la vida.
En la primera entrega, Jesse, un niño de 12 años, hace todo lo posible para poner en libertad a su nueva amiga Willy, una orca que ha sido separada de su familia para ser la principal atracción de un parque acuático. Al final, como no, lo consigue y Willy es liberada. En la segunda parte, Jesse y sus amigos se reencuentran con Willy, que ha estado dos años conviviendo con otras orcas. Ahora el problema es un vertido de petróleo que acosa a Willy y a su familia. Al final, Willy y los suyos se salvan. En la última de las películas (directamente lanzada en video), Jesse ya tiene 16 años y se dedica a luchar contra los cazadores ilegales de ballenas, quienes tienen puesto el ojo en Willy y su familia. Al final, el cazador se redime y Willy se salva.

La película supuso un gran éxito y fue la chispa para que se emprendiera una dura batalla para liberar al animal en la vida real. La opinión estaba dividida en dos: la Alianza de Parques de Mamíferos Marinos y Acuarios propugnaba para que Willy fuera llevado a un acuario con una piscina adecuada, la cual podría compartir con una hembra y, por otro lado, el Centro para la Investigación de las Ballenas de Washington orientado hacia los derechos de los animales, defendía su puesta en libertad. La historia de Willy se convirtió rápidamente en emblema contra el cautiverio de animales marinos.

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