Los
animales han suscitado muchas frases celebres en el campo literario, político,
filosófico o moral. Estas son algunas de ellas:
“Un caballo, un caballo, mi reino por un
caballo”
Ricardo III de William Shakespeare. El
protagonista ve perdida la batalla y suplica una montura para tratar de huir.
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“Es imperdonable que los
científicos torturen a los animales; que hagan sus experimentos con los
periodistas y los políticos”.
Henrik Ibsen, dramaturgo
noruego del siglo XIX, nos sorprende con una frase muy actual.
“Aquí reposan los restos de
una criatura que fue bella sin vanidad, fuerte sin insolencia, valiente sin
ferocidad y tuvo todas las virtudes del hombre sin ninguno de sus defectos”
Lord Byron, poeta inglés del
siglo XIX. Como tantos otros misántropos, fue un gran amante de los animales.
Si tienes
hombres que excluyan alguna de las criaturas de Dios del refugio de la
compasión y la pena, tendrás hombres que interaccionarán de igual modo con sus
semejantes humanos.
San Francisco de Asís, uno
de los precursores del ecologismo y fundador de la orden de los franciscanos.
“Pero ¿qué
placer puede causar a un hombre de cultura... el que una espléndida bestia sea
atravesada con una lanza de caza? “
Marco
Tulio Cicerón, orador de la Antigua Roma y anti taurino convencido.
“La no
violencia conduce a la ética más alta, lo cual es la meta de toda evolución.
Hasta que dejemos de lastimar otros seres vivos, seguiremos siendo salvajes.”
Thomas Alba Edison, inventor del cine o la bombilla.
Las mentes
más profundas de todos los tiempos han sentido compasión por los animales.
Friedrich
Willhelm Nietzsche, filósofo alemán. Para elaborar su teoría cogió al camello y al león como ejemplos
de estadios morales.
Ama a los animales: Dios les
ha dado los rudimentos del pensamiento y gozo sin problemas. No disturben su
gozo, no los hostiguen, no los priven de su felicidad, no trabajen contra las
intenciones de Dios! Hombre, no te vanaglories de tu superioridad ante los
animales; ellos son sin pecado, y tú, con tu grandeza corrompes la tierra con
tu aparición en ella, y dejas el rastro de tu estupidez tras de ti. Ah! Es la
verdad de casi todos nosotros.
Fiodor
Dostoievski, autor de la novela existencialista rusa. Su obra “Crimen y
castigo” versa sobre la ambigua moralidad humana.
Gracias! Muy buenos!
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